Un beso arriesgado


La mejor parte de escribir una novela romántica es cuando llegas a ese punto en que empiezas a conocer tanto a los personajes que eres capaz de disfrutar sus escenas como propias. Sientes la misma emoción que ellos sienten y tú, como Dios todo poderoso de su mundo, notas la anticipación de lo que estás a punto de escribir. El instante antes de que tus dedos rocen las teclas y llegue por fin el esperado beso, la deseada declaración...


Oh, Yeah! Y no sabes quiénes tenían más ganas de que llegara si tú o ellos.
Y te imaginas a tus futuros lectores mordiéndose las uñas, igual que haces tú, para no saltarte una escena e ir directamente a escribir la parte que no deja de dar vueltas en tu cabeza.


Esos momentos en los que sabes exactamente lo que van a decir o hacer, porque tus personajes son tan conocidos para ti como lo es tu mejor amiga. Aunque eso no evita que, a veces, se revelen y te dejen con cara de ¿cómo ha pasado esto?


Es precisamente en esos momentos en donde me encuentro yo ahora mismo, disfrutando de las últimas escenas de mi novela. A puntito de ponerle punto y final a la historia de Efrén, mientras disfruto de las sorpresas que estos dos me tienen preparadas.
Dentro de muy poquito las compartiré con vosotros y espero que las disfrutéis tanto como lo estamos haciendo nosotros (mis compis y yo).


3 comentarios:

  1. Se te han revelado??? Justo en el final? No puede ser..... Haz que se lo curren por hacerte eso ;)
    Sería interesante ver lo que te pasa por la cabeza cuando pasa eso.. :D

    ResponderEliminar
  2. Que emoción!! Me mata la espera!! Un adelanto?? Porfa porfaaa.. (Te estoy poniendo cara de pena aunque no me veas ;p )
    ;D

    ResponderEliminar
  3. Muy chulo. Es gracioso lo que te hacen tus personajes.
    Besitos

    ResponderEliminar

Déjame tu opinión.
¡Gracias!